Un día mi hijo estaba viendo un programa infantil y vio como hacían un sencillo pulpo con restos lana. Mi pequeño quedó tan emocionado con el resultado que me pidió con mucho entusiasmo hacer uno, por lo que decidimos ponernos manos a la obra.
Ahora quiero compartir con todos vosotros esta sencillo trabajo manual, con el que pasamos una tarde muy entretenida y divertida. Podéis disfrutar con vuestros hijos o hacer un bonito regalo a quién queráis.
Para hacer el pulpo necesitaremos los siguientes elementos:
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Cortamos muchos trozos de lana, aproximadamente de unos 30 o 50 cm de largo. La cantidad total de hilos debe ser múltiplo de tres.
Cuando tengamos tantos trozos como para cubrir la bola de porexpan, con otro trozo de lana no tan grande atamos todos los trozo juntos por uno de los extremos.
Colocamos la bola de tal manera que quede cubierta por todos los hilos de lana. Como si fuese un saquito, atamos con otro cordelito todos los hilos de lana juntos.
Ahora toca la parte más entretenida. Hemos de hacer trencitas con los hilos que cuelgan, para conseguir las patitas del pulpo.
Ya tenemos el pulpo casi acabado, solo queda pegar los ojitos y el detallito que, de manera optativa, hayamos escogido.
El pulpo de mi príncipe ya tiene compañía.
